Ayer lunes, en el salón de Actos del Parador Nacional de Turismo de Cuenca y ante un enfervorecido auditorio lleno de valerosos y valerosas, el grito de “Viva el Santo Niño” ocupó la atmósfera de una presentación, solemne y brillante de sus Fiestas de Moros y Cristianos 2022.
El Ayuntamiento al completo, con su alcalde al frente Daniel Pérez Osma, la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús con su presidente José María Cardete y su secretario Rafael Moya, el moderador del acto, un servidor de ustedes, las autoridades institucionales: Álvaro Martínez Chana, presidente de la Diputación Provincial, Oscar Martínez, Delegado de Economía y Empresa, Marí Luz Fernández, Subdelegada del Gobierno de España, el diputado Regional Benjamín Prieto, representantes de organismos empresariales, universitarios, políticos, medios de comunicación y las Compañías de Moros y Cristianos ataviados a la usanza, representando a los que este año gastan y a los que definen el antes y el después de una Tradición histórica, conformaron una tarde llena de Historia, Tradición, Cultura y Sentimiento, valores que dan el plus a unas fiestas que deben de ser reconocidas de Interés Turístico Regional.
Sin duda, Valera de Abajo ha hecho Historia al presentar sus Fiestas en un marco incomparable como es el Parador Nacional de Turismo, ese antiguo convento dominico del siglo XVI, rememorando con su presencia, los valores universales de un pueblo lleno de generosidad y pasado trascendente, un lugar donde Sor Ana de San Agustín fundase convento de Carmelitas Descalzas para devocionar a la imagen del Santo Niño, pieza espiritual que adornó a su lado, una tradición de fuerte solera entre Moros y Cristianos.
Tal vez, la familia de los Alarcón con don Diego Fernández señor de Valera, o el apoyo de doña Luisa Carrillo, allá en los siglos XVI y años del XVII, dieran la leyenda de vida para que sus gentes, ataviados en esa lucha dialéctica entre la morisma y la cristiandad, revitalizaran unas Fiestas grandiosas, reconocidas por su Dichos y sus Bailes, banderas, reos, trabucazos y desfiles, y sean ejemplo de Sentimiento y Pasión, como pilares de una devoción que fortaleza esa tradición que provoca entre todos, lágrimas y sonrisas, mientras la dulzaina y el tamboril entonan solfas y melodías autóctonas y solemnes.
El Parador de los Paules, como cariñosamente se le llama, acogió la solemnidad de este acto, gracias a su director Juan Serrapio, a sus trabajadores, a los componentes de obras del Ayuntamiento de Valera, a los fieles componentes de las filas de moros y cristianos, a Paulino y Darío como emblema de generaciones, la mayor y la menor, a los Generales de Dichos que supieron enfocar el sentimiento en sus frases romanceadas, a las autoridades y a los vecinos allí congregados en una demostración de esos valores que estas gentes encierran y definen con una pasión sin límites.
Sus fiestas se celebrarán este año entre el 26 y 29 de marzo, dos meses más tarde de su onomástica, como consecuencia de la pandemia, y demostrarán que sirven igual a su constante sentimiento y devoción, expresando que Valera de Abajo sigue fiel a su pasado y atenta a su presente y futuro, consumando entre guerrillas, quema del vaso, corrida de banderas, procesión, pólvora y desfiles, lo que nos traen esos tiempos modernos, virtuales y transmisores, entre las redes sociales y la nueva coyuntura de APPs y páginas Web.
Y a todo ello, su futuro Museo del Santo Niño, museo de etnografía e historia, cuyo carácter didáctico dignificará sus objetivos, marcados por los espacios y recursos expositivos como herramienta turística y de promoción, estético y emocional, cuyos paneles interactivos permitirán regresar al pasado y recorrer el presente.
Valera de Abajo supo estar a la altura de un pueblo con solera que quiere seguir creciendo. Sus gentes, trabajadoras por excelencia, supieron estar a esa altura que hace de las sociedades pequeñas, lugares grandes en corazón y sentimiento, marcando con su propuesta un ideal de Tradición y Cultura.
Yo, con mi humilde colaboración, me sentí uno más de ellos, agradecí las loables palabras de reconocimiento de su alcalde Daniel Pérez, del secretario de la hermandad Rafa Moya y del presidente de la diputación, Álvaro Martínez, especialmente, porque de esa manera, el esfuerzo por hacer grandes nuestras raíces patrimoniales, mantener las tradiciones y creer en cultura, tiene el fruto de los que saben apreciar los valores que fortalecen el espíritu de las sociedades modernas y comprometidas, por eso, un día solemne, feliz y cargado de sentimiento. ¡Enhorabuena valerosos y valerosas, que el Santo Niño os bendiga y haga de vuestras fiestas, las mejores¡
Por Miguel Romero Saiz
