Al Cuarteto Vivaldi lo encontramos nada más pasar la puerta del cementerio Cristo del Perdón de Cuenca. Lanzaba al aire, entre tumbas y monumentos funerarios, notas de un barroquismo que invitaba a la relefxión: ¿de qué te ufanas, hombre, si polvo eres y en polvo de vas a convertir…?
