El pasado sábado 25 de septiembre fue el día elegido por la comunidad educativa del centro La Milagrosa para recuperar la celebración de su tradicional Jornada de familias. Esta fecha fue seleccionada para este apreciado encuentro por ser la más cercana a la fiesta de San Vicente de Paúl, el lunes 27 de septiembre. Este santo, junto con santa Luisa de Marillac, fue fundador de la Compañía de las Hijas de la Caridad.
Durante el encuentro, familiar y festivo, se rindió homenaje a las Hijas de la Caridad. La consejera sor Concepción Torrijos, delegada por sor Antonia González, de Hijas de la Caridad de Santa Luisa, recibió una placa conmemorativa. El encargado de entregársela fue el hermano marista Antonio Alegre, presidente de la Fundación Edelvives. Hablaron, en representación de toda la comunidad educativa, el actual director del centro, Isidro García, y la que fuera primera directora seglar, Adela Muñoz. Recordaron la labor de las hermanas en el colegio y fueron dando la palabra a familias y AMPA, a antiguos alumnos, a hermanas muy significativas, como Sor Valvanera… Entre todos construyeron el relato de una historia entrañable y de calidad educativa que ha convertido a La Milagrosa en el centro referente de Cuenca que es en la actualidad. También estuvo representada la Fundación del Hospital de Santiago, en cuyo entorno histórico se encuentra el colegio de La Milagrosa.
Antonio Alegre, presidente de la Fundación Edelvives, destacó la coincidencia de valores cristianos del Evangelio entre ambas instituciones y la convicción de que la educación no es tal si no transforma, para mejor, la sociedad. Las Hijas de la Caridad renovaron su confianza en toda la comunidad educativa y en el proyecto: «La Milagrosa queda en buenas manos».
La Fundación Edelvives, que ha asumido el 1 de septiembre la nueva titularidad del centro, se une a este agradecimiento. Ha aceptado este reto con ilusión y con el compromiso de acompañar al colegio en un futuro que garantice su identidad cristiana y la formación integral de la persona en un clima familiar sin perder calidad pedagógica y tecnológica.
La jornada estuvo amenizada por el cantautor Álvaro Fraile, algunas de cuyas canciones fueron acompañadas por la coreografía preparada por los alumnos de La Milagrosa. El AMPA San Vicente de Paúl organizó distintas actividades con las que disfrutaron niñosy mayores. «Ya era necesario juntarnos y disfrutar», comentaban. La comida compartida por todos tuvo como agradable final un concurso de deliciosos postres.
Una magnífica jornada que unió a la comunidad educativa en un día festivo y en un homenaje cálido y afectuoso.
