No hacía falta decirlo porque las dos partes se conocen muy bien pero, por si hubiera algún despistado, este sábado ha quedado más que claro que Rozalén y Cuenca, Cuenca y Rozalén, sienten un amor incondicional y una atracción difícil de superar.
La cantante de Albacete lo dejó pronto bien claro en los prolegómenos del «chow», como diría, al reconocer que es la primera vez que venía una de las ciudades «más bonitas del planeta» con toda la banda. Y a partir de aquí los guiños y piropos por parte de Rozalén hacia Cuenca y del público totalmente entregado hacia la ganadora del Goya no pararon.
El concierto, que comenzó a las 10:40 y se prolongó durante dos horas, fue una auténtica montaña rusa de emociones, sentimientos, poesía y buenísimas canciones entre las que no faltaron La línea (que presentó con un verso de Cristina Peri Rossi que dice «partir es partirse en dos«), Justo y la conmovedora Aves enjauladas que logró interpretar, emocionadísima, de un tirón.
En esa montaña rusa en el que se convirtió el concierto llegó uno de los momentos más especiales al tocar junto a Javi Collado, de Zas!!candil, el fandango manchego.
Y a partir de aquí, la fiesta con temas como Vivir, Amiga y como no, en los bises, la Puerta Violeta para un final en el que Rozalén volvió a dar las gracias al público por «tratarme tan bien sin conocerme» y afirmar que cuando esté en uno de esos momentos tristes una solución es venir a Cuenca a pasear por sus calles.