Guadalajara Antitaurina vuelve a solicitar que la Plaza de Toros albergue sólo espectáculos culturales y deje atrás «esta etapa negra de sufrimiento animal» y convoca, a raíz de los últimos acontecimientos como el atropello de un toro en Brihuega o la suspensión de la feria taurina de la capial, una manifestación el sábado 4 de septiembre a las 18 horas.
Tal y como señalan en un comunicado remitido a esta redacción, cada vez existe mayor rechazo social a la «anacrónica tauromaquia» sin embargo el Ayuntamiento de Guadalajara «ha querido organizar una triste miniferia por su cuenta, excusándose en que genera beneficios. Por eso será que ningún promotor tauricida ha querido realizarla».
A este respecto agregan que el punto de generar beneficios es el que más incógnitas suscita a la asociación. «Si la miniferia de septiembre estaba abierta a concurso para que alguien la organizara, y la única empresa mexicana que mostró interés, finalmente lo rechazó porque auguraba enormes pérdidas, ¿dónde está la supuesta ganancia para las arcas públicas? Afirmativamente, son inexistentes. Por el contrario, los gastos para dar una tarde de corrida suponen: pagar seguros, alquilar la plaza, compra, transporte y manutención de los animales, veterinarios, maquinaria y vehículos para transportar sus cuerpos una vez han sido ejecutados, cuadrillas, caballos, publicidad, taquilleros, limpieza, sanitarios, ambulancias, policía… y podemos seguir sumando: talanqueras para recorrido de encierros o el caché millonario de los toreros de turno».
Añaden, además quel «negocio redondo para unos pocos. Nuestro alcalde, Alberto Rojo, del PSOE, quiso pagarlo íntegramete, pero no con su dinero, sino con el de todos. Mala jugada, Alberto Rojo».
Por todo esto, desde Guadalajara Antitaurina se reafirman: no se pueden seguir despilfarrando nuestros impuestos teniendo una ciudad y provincia carentes de tantas cosas. «Si quieren fiesta de sangre donde se masacran animales, que la paguen ellos. Ipsto facto recogen cable. Cada vez más consistorios dejan clara su postura a favor de la protección de los animales y en rechazo de la vil tauromaquia. Nos horroriza que en nuestra provincia tengan nicho: Loranca de Tajuña, Sacedón, Almoguera, Sigüenza, Uceda…»
«La plaza de toros (ya veremos como la rebautizamos) puede y debe albergar solo espectáculos verdaderamente culturales y dejar atrás esta etapa negra de sufrimiento animal. El fin está cerca, aunque Guadalajara pretenda ser la última», finalizan.

