Había ganas de revancha. Después de la no clasificación para la final a ocho de la Copa del Rey, el Incarlopsa Cuenca tenía entre ceja y ceja olvidar ese mal trago en Córdoba. Por su parte, uno de los equipos revelación de la temporada era consciente de que tenía que asaltar El Sargal para seguir soñando, porque no, con optar a jugar competición intercontinental.
Nada más empezar el partido se vieron dos bandos que luchaban por la victoria como si la vida se jugase en eso. Haciendo un símil con una de las películas de Marvel, el bando del Capitán América, con el azul como principal color al igual que el Puente Genil, estaba caracterizado por la presencia fundamental de Ahmetasevic bajo palos, Juan Castro y Joao Da Silva en el ataque y el muro defensivo de Mihajlo Mitic. Frente a ellos, en el bando de los hombres de hierro de Lidio Jiménez, Thiago Alves, Lucas Moscariello y Pablo Vainstein fueron un seguro de vida para el Incarlopsa Cuenca.
Parecían los cordobeses quienes llevaban el ritmo en buena parte del primer periodo. Los de Paco Bustos imponían su juego, haciendo uso de sus capacidades. Ellos eran quienes hacían méritos para ir por delante en el marcador y justificar su victoria del pasado miércoles en su casa. No obstante, el Incarlopsa Cuenca acechaba cuando su rival bajaba el ritmo. Desde las sombras, el equipo conquense era capaz de seguir de cerca a su rival para contrarrestar en los momentos decisivos. Antes de que suene el bocinazo que mande el partido a los vestuarios, el equipo de la casa borró las malas sensaciones vividas en la pista con la mínima diferencia en su contra reflejada en su contra.
Ya en la segunda mitad, se vio reflejado la charla táctica para los rojillos. Un parcial 2-0 a su favor mandó los mandó por delante por primera vez en el marcador. A partir de ahí, el guion del partido cambió rotundamente. Esta vez fueron los de Paco Bustos quienes iban por detrás en la carrera de fondo. En este punto del partido, el picante y la emoción, característica de este deporte, caracterizó el partido.
A falta de dos minutos para el final, y con dos goles a su favor, el Incarlopsa Cuenca sobrevivió con un hombre menos. Parecía un reparto de puntos hasta el final, momento en el que el colegiado interpretó una falta en ataque de Xavi Tuà. De esta manera, la sentencia por parte de la mesa llegó y los dos puntos no se movieron de la ciudad de las casas colgadas. Con un 27-26, los dos puntos se quedaron en Cuenca para olvidar las penas de la no clasificación a la Copa del Rey.
Por Nahuel Briscek