La diputada del grupo socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha Charo García Saco ha subrayado hoy que “los sacrificios” por la aplicación de las medidas para frenar la COVID-19 “están salvando vidas” y, para ilustrarlo, ha indicado que “hemos pasado de 3.000 contagios a 400, de 2.000 hospitalizaciones a 1.000”.
En rueda de prensa en el Parlamento autonómico, García Saco ha asegurado que las medidas tomadas por el Gobierno de Castilla-La Mancha hace veinte días “funcionan”.
En esa fecha, ha explicado, había 14.000 positivos en los últimos seis días y 1.278 personas hospitalizadas por el virus, y a la vuelta de una semana se llegó al pico de la tercera ola en Castilla-La Mancha con 15.348 contagiados y 1.500 ingresados.
“Desde ese día empieza una curva descendente”, ha destacado García Saco, quien se ha preguntado “qué hubiese pasado si no se hubieran tomado esas medidas”.
A lo que ha respondido que Castilla-La Mancha hubiera continuado registrando un crecimiento de entre 4.000 y 5.000 positivos a la semana y entre 300 y 400 ingresos, de modo que habría ahora entre 25.000 y 30.000 contagiados acumulados y 3.500 hospitalizaciones, “un colapso al que ningún sistema sanitario podría hacer frente”.
“Somos conscientes de que las medidas son duras, que los sacrificios de toda la sociedad están siendo enormes, pero esos sacrificios están salvando vidas, que a fin de cuentas es de lo que estamos hablando, de vidas, de que nuestros vecinos se están salvando gracias a los sacrificios de todos”, ha aseverado.
Por otra parte, la parlamentaria socialista ha dado “las gracias” al sector de la hostelería, al que ha dicho que “entendemos y respetamos”, además de que “se les dan ayudas”.
A este respecto, ha recalcado que “somos la comunidad autónoma que más ayudas está poniendo a su disposición para que este sacrificio que estamos haciendo entre todos sea más llevadero”.
García Saco ha argumentado que la lucha contra el virus es “una cosa de todos y hay que cortar de raíz la movilidad, la conectividad que tenemos entre unos y otros y, además, en esos espacios donde es común quitarse la mascarilla que, al final, es el riesgo más grande que tenemos”.
