El Instituto de Enfermedades Neurológicas de Castilla-La Mancha (IEN), situado en Guadalajara, desarrolla estos días distintas actividades para conmemorar la celebración, ayer lunes, del Día del Daño Cerebral.
Lo han hecho desde la propia Unidad de Daño Cerebral mediante actividades adaptadas a la situación actual de crisis sanitaria pero con el objetivo de poder sumarse a una celebración con la que dar protagonismo a los pacientes afectados de daño cerebral y sus familias.
Pese a que la situación epidemiológica actual no ha permitido, como en otras ocasiones, celebrar una jornada con la presencia de los familiares de los pacientes o de antiguos pacientes, no se ha querido dejar pasar la ocasión de participar de forma visible en esta conmemoración de manera que pacientes, profesionales, familiares y antiguos pacientes estaban llamados a participar en las actividades propuestas.
Por una parte, han colaborado con la Asociación de Daño Cerebral (ADACE) participando en el concurso #SomosADACECLM, además de llenar las redes sociales de publicaciones de personas, instituciones y distintos colectivos relacionados con el daño cerebral.
Para visibilizar el daño cerebral, el concurso organizado por FEDACE invitaba a realizar fotografías, realizadas en la propia unidad, en las que aparecen con la mano en la cabeza y en muchas de las cuales han recreado famosas obras pictóricas junto a auxiliares y terapeutas, que han ayudado en la caracterización de los pacientes.
Por otra parte, los pacientes han disfrutado de una comida especial y finalmente han elaborado cartas de felicitación para los antiguos pacientes, así como un cortometraje basado en un cuento para su difusión entre otros pacientes y con el que dar a conocer el daño cerebral.
Estas actividades tienen como objetivo celebrar el día del Daño cerebral adaptado a las circunstancias epidemiológicas actuales para mejorar la visibilidad de quienes lo padecen.
Las personas con daño cerebral (medio millón en toda España, 20.000 en Castilla-La Mancha) encuentran muchas dificultades para lograr una plena reintegración social y acceder a una recuperación funcional. El 68 por ciento presentan alguna discapacidad a la hora de realizar alguna actividad básica de la vida diaria y el 45 por ciento lo sufre en grado severo o total.
