Desde la UGT veníamos avisando de que las plantillas del Sescam en algunas categorías estaban demasiados ajustadas, tan ajustadas están, que las costuras se están rompiendo.
Ahora se pretende contar con profesionales que el propio sistema ha mantenido en tierra de nadie, profesionales que no han terminado el “lento” proceso de convalidación del título de especialista obtenido en países fuera de la UE y profesionales que no han conseguido plaza en el sistema MIR.
La situación actual de falta de profesionales en el Sistema Nacional de Salud tiene su origen en los límites a la tasa de reposición aplicados durante muchos años a la hora de sacar las ofertas de empleo público, reponiendo algunos años un 10% de los profesionales que se jubilaban.
Ahora se va a poder contratar a profesionales sin especialidad, en el caso de los facultativos y permitirá movilizar a los profesionales a desarrollar su trabajo en áreas diferentes a las que desempeñan por su especialidad. Algo que ya se intento en Castilla la Mancha en 2013, y que, gracias a las Sentencias dictadas por los Tribunales, se consiguió tumbar.
Estas medidas tipo “parche” acabaran pasando factura a la calidad del SNS y a los propios profesionales por el desgaste que supone, máxime cuando no han tenido tiempo de recuperarse de la primera oleada del COVID.
Para hacer frente a la segunda oleada, tenemos profesionales cansados física y psicológicamente, muchos temporales con la precariedad que supone. Además, no han recuperado lo perdido en los recortes del 2012, tanto en derechos, como en salario, aunque desde UGT venimos presionando para recuperar lo perdido en el 2012, y aumentar las plantillas estructurales, para después sacar las plazas a oposición o a los concursos de traslados y contar con profesionales con plaza en propiedad de forma estable, disminuyendo al máximo la temporalidad entre nuestros profesionales, especialmente en Atención Primaria.
Desde FeSP-UGT exigimos más inversión, más RRHH y mejores condiciones laborales.
