La Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía presentó un informe de 88 páginas con un seguimiento detallado de todas las actuaciones acordadas, pueblo por pueblo y presionó para que se acelere la finalización de las obras más urgentes, relacionadas con el abastecimiento de agua. Además, concretó los porcentajes que corresponden a la Asociación en actuaciones que afectan a otros municipios, para que el dinero acordado llegue directamente a los veintidós pueblos ribereños y sus pedanías
La Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía llegó con el trabajo bien hecho a la comisión técnica que se celebró este pasado martes, como cita previa a la comisión de seguimiento que se celebrará la semana que viene. El esfuerzo desarrollado por el técnico y la directiva ha permitido establecer un diálogo de tú a tú con el Ministerio, para que los fondos prometidos se dediquen exclusivamente a las necesidades de los municipios ribereños; de tal forma que otras entidades que puedan verse beneficiadas por algunas actuaciones colaboren económicamente con un porcentaje justo.
Lo más importante para los ribereños es que todos los municipios están representados, todas sus necesidades han sido tenidas en cuenta y han quedado recogidas en el informe, que plantea las actuaciones divididas en dos bloques: las de índole local y las de envergadura comarcal. Se trata por un lado de dar solución y satisfacción a necesidades urgentes de los municipios de la Asociación; y por otro tejer el Plan de fomento global que de personalidad y recursos al territorio.
El sesenta por ciento de las obras tienen que ver con el abastecimiento y el saneamiento. De hecho, se hizo especial énfasis en acometer con especial urgencia la finalización de las actuaciones relacionadas con el abastecimiento de agua potable, como las que afectan a Chillarón del Rey, Huete, Garcinarro o Mazarulleque.
Así, sentaron las bases para la siguiente reunión, que se desarrollará la semana que viene y en la que se tomarán algunas decisiones y se perfilarán plazos y fechas. Las perspectivas son positivas gracias al trabajo realizado, que permitirá afrontar las negociaciones con datos sobre la mesa y argumentos de peso para exigir que se concluyan por fin unas inversiones que llevan paralizadas casi una década.