CEOE-CEPYME Guadalajara valora con prudencia y preocupación los datos del paro del mes de agosto. Este mes, tradicionalmente malo en los datos del paro por el fin de las contrataciones de la campaña estival, deja en la provincia de Guadalajara 18.105 desempleados, 37 más que en el mes anterior, un incremento mensual del 0,2%.
Datos que podrían llevar al optimismo, pero no es así si se analizan las cifras a nivel interanual, pues se observa que, entre agosto de 2019 y agosto de 2020, el paro, en la provincia de Guadalajara ha aumentado un 24,43%, lo que supone, que, en un año hay 3.555 parados más.
A nivel regional, en Castilla-La Mancha hay un total de 185.775 desempleados, con un descenso, respecto al mes anterior, de 332, un 0,18% menos. En relación al mismo mes de 2019, hay 20.628 parados más, un aumento del 12,49%.
Esta tendencia también se produce a nivel nacional, donde, a final del mes de agosto, había 29.780 parados más que el mes anterior, un 0,79% más, con un total de desempleados en España de 3.802.814 personas.
Con estos datos se pone de manifiesto el impacto que la pandemia está teniendo en la destrucción del empleo en la provincia de Guadalajara.
Por este motivo, desde la Patronal alcarreña se continúan pidiendo medidas eficaces y rápidas para paliar los efectos de esta crisis en las empresas de la provincia de Guadalajara y minimizar el impacto de la pandemia en el paro de cara al último cuatrimestre del año.
Entre estas medidas se podrían destacar la necesidad de un consenso y diálogo social para llegar a acuerdos que nos ayuden a salir de la crisis, un marco regulatorio más flexible y adaptado a los cambios de la economía española, así como la conservación del tejido productivo a través de medidas que están funcionando, como los ERTEs o las líneas de avales públicos, adaptándolas y acompasándolas a la evolución de la actividad económica de cada sector o la reindustrialización para generar un empleo de calidad y mejor remunerado, entre otras acciones necesarias para que las empresas, verdaderas generadoras de empleo, vuelvan a crear puestos de trabajo y riqueza para sus territorios.
La intensidad de esta crisis sanitaria y sus efectos en la actividad económica y el empleo, obligan no solo a mantener en el tiempo las medidas ya adoptadas, sino a intensificarlas para aportar adaptabilidad, seguridad jurídica y confianza a las empresas y a los inversores, instrumentadas a través del diálogo social, en una situación tan excepcional como la que estamos viviendo en estos momentos.
