La Asociación de Centros de Educación Infantil (ACEI Cuenca) tras estudiar las bases de la convocatoria ha mostrado su malestar por no permitir a las familias con hijos de 0 a 3 años concurrir a estas ayudas en las mismas condiciones que otras familias.
Además, no entiende como no sólo no se apoya a las guarderías privadas, que van a tener que dar servicio a la ciudadanía durante todo el verano, ya que las guarderías públicas van a permanecer cerradas, sino que, además, se les excluye.
De igual manera es incomprensible que dentro de las posibilidades que se les van a dar a los beneficiarios estén determinadas “asociaciones culturales” cuyo funcionamiento es el de una empresa, pero que utilizan esa forma jurídica para mantener sus obligaciones tributarias lo más bajas posibles. No parece lógico que quien colabora más a través de impuestos en el sostenimiento de los servicios públicos quede excluido y quien intenta no hacerlo sea beneficiario.
Respecto a la contratación de una persona destinada al cuidado del menor o menores advierten del peligro de fraude que puede haber en este sistema ya que en las bases no está regulado ni el tipo de contrato, ni la duración, ni las horas, ni ninguna circunstancia.
Proyecto de conciliación
Desde la organización empresarial se valoró muy positivamente que el presupuesto destinado a las Escuelas de Verano fuese directamente a las familias para que éstas lo utilizaran en las empresas de educación y ocio infantil de la ciudad y que esto pudiera servir como estímulo para que estos sectores se fuesen poniendo en marcha.
Según su técnico “lamentablemente el resultado ha sido otro, ya que, ni es un proyecto de conciliación, ya que no se valora la situación profesional de las familias y se penaliza a través de las puntuaciones esta circunstancia, ni va a ser el estímulo para la economía local que esperábamos, ya que, se excluye a un sector y además se pone en el mismo plano a empresas y entidades que no compiten en las mismas condiciones”.
Respecto al estímulo económico que se necesita, Diego López apuntó que “en un contexto de grave crisis económica como el que acaba de empezar se hace imprescindible contar con las empresas. No hay mayor protección social que la de crear empleo y que la de pagar impuestos para el sostenimiento de los servicios públicos. Sin ellas ni hay trabajo, ni se genera riqueza, ni hay ingresos para la administración, ni hay ayudas para el que lo necesita”
