Este domingo 28 de junio de 2020, se celebra un año más el Día internacional del Orgullo LGTBI, que a su vez fue declarado como Día Nacional LGTBI en nuestro país el 6 de julio de 2018 por el Consejo de Ministros. Un hecho histórico en la sociedad y política española que refleja la sensibilidad de la sociedad de nuestro país respecto a la dignidad y memoria de todas las personas, y los avances conseguidos en las últimas décadas.
Desde la Ley 77/1978 de modificación de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social y de su Reglamento, pasando por el matrimonio igualitario en 2005, la aprobación de la ley 3/2007 reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas, la aprobación de la Ley 4/2015 del Estatuto de la Víctima de Delito, con especial valoración de las necesidades de las víctimas de los delitos motivados por su orientación sexual o identidad de género, hasta la incorporación en 2018 a la cartera de servicios básicos del Servicio Nacional de Salud del derecho de las mujeres lesbianas en materia de reproducción humana asistida, se han realizado grandes avances necesarios en nuestro país. Pero no todo está conseguido para conseguir una equiparación real y efectiva en derechos.
Los derechos LGTBI son Derechos Humanos, y como tales son derechos universales, que amparan tanto a la población LGTBI como a la que no lo es, establecido así en los 29 Principios de Yogyakarta: Principios sobre la aplicación de la legislación internacional de derechos humanos con relación a la orientación sexual y la identidad de género. Así principios como el derecho a la igualdad y no discriminación, el derecho al reconocimiento de la Personalidad jurídica, el derecho a la libertad de opinión y de expresión, el de la libertad de reunión y de asociación pacíficas, son sólo algunos ejemplos que los ampara tanto a la población LGTBI, como la población mundial en su conjunto.
Este año las reivindicaciones del colectivo LGTBI en nuestra provincia, no van a inundar las calles y plazas de nuestra tierra como en otros años, de color, alegría, diversidad y respeto, como muestra de sensatez y de responsabilidad social por la pandemia que ha modificado nuestros usos y costumbres pero como Diputación y provincia, debemos demostrar a la ciudadanía que la orientación sexual, identidad sexual y/o expresión de género no debe ser motivo de rechazo, repulsa, ni acoso a ninguna persona, que nadie debe sentir miedo, esconderse ni obviar su propia naturaleza. Defendiendo así que la expresión de la identidad o la personalidad mediante el lenguaje, la apariencia, el comportamiento, la vestimenta, las características corporales, la elección de nombre o cualquier otro medio, no debe ser en ningún momento anuladas o invisibilizadas.
Esta Diputación se mantiene firme en su compromiso de no discriminar a nadie por su elección, de defender los derechos y libertades y respetar la libertada de pensar, creer y amar. Y por eso, en estos tiempos tan convulsos de discriminación hacia las minorías, Guadalajara por fin refleja ser una provincia más atenta hacia su diversidad, con una delegación propia en su Diputación, para luchar contra cualquier tipo de discriminación, que velará por trabajar en programas y políticas públicas que defiendan la normalización, visibilización, concienciación y sensibilización hacia nuestra diversidad.
Por todo ello, y porque para normalizar es fundamental visibilizar, así lo declaramos este 28 de junio, Día Nacional del Orgullo LGTBI.
