Tal y como estaba previsto, se ha iniciado la distribución de alimentos en la provincia de Cuenca dentro del Programa de Ayuda Alimentaria 2020 que lleva a cabo el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y que está cofinanciado en un 85% por el Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas (FEAD) y en un 15 % por el presupuesto nacional.
El programa consta de tres fases, la primera en junio-julio; la segunda en octubre y la tercera en febrero de 2021. Los alimentos a distribuir, en base a la dieta recomendada por la UE, son: arroz, alubias cocidas, leche entera UHT, aceite de oliva, sardina en conserva, conserva de carne (magro), pasta alimenticia, tomate frito, galletas, macedonia de verduras, fruta en conserva, batido de chocolate y tarritos infantiles de fruta y de pollo.
En la provincia de Cuenca, en esta 1ª Fase se distribuirán 181.962,64 kilos de alimentos a 10.279 beneficiarios. Hay que resaltar el aumento de 1.827 beneficiarios respecto a la 3ª Fase del Programa de 2019, fase que se distribuyó el pasado mes de marzo, lo que se atribuye a la crisis económica provocada por el covid-19.
La distribución de alimentos a las distintas organizaciones de reparto (OARs) se lleva a cabo a través de los centros de distribución Cruz Roja Cuenca y Banco de Alimentos, entidades que han recibido los alimentos en sus almacenes durante este mes de junio. Ambas entidades se reparten el número de beneficiaros a partes iguales, aunque Cruz Roja tiene 29 organizaciones de reparto y Banco de Alimentos, 49.
Con motivo del inicio del Programa de Ayuda Alimentaria 2020, el subdelegado del Gobierno en Cuenca, Juan Rodríguez, ha realizado una visita a los dos centros de distribución, ubicados en la capital conquense.
El subdelegado del Gobierno ha estado acompañado por el presidente provincial de Cruz roja Cuenca, Pedro Roca; por el secretario provincial de Cruz Roja, Agustín Carretero, y por el presidente del Banco de Alimentos, Antonio Villaseñor.
Juan Rodríguez ha agradecido, en nombre del Gobierno de España, el trabajo continuado durante todo el año que realizan ambas instituciones, así como la “labor altruista desarrollada por sus voluntarios, cuya dedicación hace posible que los alimentos puedan llegar a las personas más necesitadas en situación de dependencia social y económica”.
