Castilla-La Mancha se ha convertido, junto a España, en un referente mundial en materia de agroalimentación, según ha destacado la directora general de Agricultura y Ganadería del Gobierno regional, Cruz Ponce. Ponce ha participado esta mañana en una jornada sobre semillas certificadas organizada por la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales, (Anove), y la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG).
Durante la jornada, los asistentes han podido visitar los campos de ensayos del centro de Investigación Apícola y Agroambiental de Marchamalo, que según ha explicado Cruz Ponce, “son tomados como base y ejemplo y permiten al sector obtener nuevas variedades y valorar sus características”.
Una investigación que, a juicio de la directora provincial permite alcanzar determinantes innovaciones que derivan en “nuevas variedades con mejores rendimientos y mejores comportamientos agronómicos e incluso de mayor calidad culinaria para el consumidor”.
El Centro de Investigación Apícola y Agroambiental de Marchamalo es uno de los laboratorios públicos integrados en el IRIAF que la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural se ha marcado como objetivo potenciar, a través de la contratación de jóvenes investigadores para evitar la pérdida de talento en nuestra región.
La directora provincial ha agradecido a los responsables de Anove y al presidente de la APAG, Antonio Zahonero, la puesta en marcha de este tipo de iniciativas, que permiten conocer al agricultor el trabajo previo que conlleva la semilla certificada antes de llegar a sus manos. Labores que van desde la investigación, a la comercialización y finalmente a la práctica agronómica.
“A todos nos une nuestro esfuerzo para que la producción agroalimentaria de España y de Castilla-La Mancha siga acrecentando las cuotas de excelencia que nos han convertido en una de las grandes referencias mundiales en agroalimentación y esto es el fruto de un trabajo conjunto en el que Anove ocupa un puesto importante”, ha indicado la directora general
En este sentido, Cruz Ponce, ha recordado que “los rendimientos y calidad alcanzados en nuestras producciones no habrían sido posibles de no haber contado con un sistema de certificación de semillas” y ha puntualizado que gracias a la calidad asegurada mediante este sistema, “podemos conocer y controlar el origen, la trazabilidad, la homogeneidad, la pureza, la tasa de germinación, el estado sanitario, y el grado de humedad entre otros factores”.
Todo ello requiere de trabajo en el campo y en los laboratorios, y “no sería posible sin el trabajo de los hombres y mujeres del sector” ha indicado Cruz Ponce.
