Teresa Ribera rebaja hasta 16,2 Hm3 los 20 Hm3 propuestos por la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura. Un nuevo trasvase “de papel”, pendiente de ejecutar, como los de los cuatro meses anteriores, destinado únicamente a contentar a los iracundos aguatenientes levantinos
Como cada mes, puntual a su cita, la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, realizó su tradicional ofrenda a los regantes murcianos para calmar su ira. Lejos de reducirse a los 16 Hm3 aprobados, el precio a pagar es la salud de un río como el Tajo y un ecosistema único como el Mar Menor, abandonados a su suerte por la administración.
“Traidores o incompetentes, en el Ministerio de Transición Ecológica apuestan por la inacción y la permisividad, como todos sus antecesores, aunque con un título más ecofriendly”, lamentan los ribereños. “Llevamos casi dos años escuchando las buenas palabras de una ministra que nunca encuentra el momento de empezar a trabajar, son los cantos de sirena de una administración igual de cobarde y traidora que las anteriores, con el agravante de que nunca hubo un momento más apropiado para actuar: con la justicia a nuestro favor y con el dantesco espectáculo que nos ofreció el Mar Menor en octubre”.
Desde la Asociación de Municipios Ribereños prevén un verano negro, otro más, con unos embalses abocados al nivel 4 por la incompetencia de sus gestores. Se preguntan si en el estudio que prepara el colegio de economistas de la Región de Murcia incluirá los perjuicios que generará el Trasvase tanto en su región, con una primavera marcada por las fétidas aguas del Mar Menor; como en su comarca, castigada durante cuarenta años por el saqueo, que no por la sequía.
