El Ayuntamiento de Guadalajara ha decorado el gran cedro del Líbano de la plaza Mayor apostando por el talento local y con inspiración propia de la ciudad. El trabajo lo ha realizado la Escuela de Arte de Guadalajara, junto con la Asociación de Diseñadores de la Escuela de Arte y la colaboración del Servicio de Extinción de Incendios de Guadalajara.
La concejala de Festejos, Sara Simón, explica que “se podía haber optado por una empresa pero hemos preferido realizar la decoración con la Escuela de Arte para ponerla en valor y mostrar su potencial y el de sus estudiantes”.
En diseño del copo que ha inspirado la decoración lo ha realizado la alumna de primer curso de la Escuela de Arte, Raquel Saiz. Lo ha creado basándose en el acabado de diamantes de la fachada del Palacio del Infantado, los cimborrios del Fuerte de San Francisco y las ventanas superiores del Infantado. Estos tres elementos han servido para crear “un copo único con identidad de Guadalajara”, según explicaba el director creativo de este proyecto, Axier Espinosa. Junto a él han participado en el mismo Saúl Pérez, Noelia Palafox y Pilar Prieto. En total han tardado dos meses en terminar el proyecto, que fue rematado con la metódica instalación final de efectivos del Servicio de Extinción de Incendios de Guadalajara.
La decoración de este gran ejemplar de 22 metros de altura consta de copos de luz repartidos por su ramaje, además de guirnaldas de luz, todo ello en tonos dorados, y un gran copo central a los pies del tronco.
