La obra del nuevo espacio verde encara ya la recta final, a falta de licitar la construcción del kiosco que dará servicio de hostelería
Las obras de construcción del nuevo parque familiar de Cabanillas del Campo “Elena de la Cruz” encaran ya la recta final, al menos en lo que supone su primera fase. El parque ya está completamente vallado, y en su interior ya están trazados los caminos y senderos, prácticamente culminado el estanque interior, colocadas casi todas las luminarias y fuentes, y en los últimos días se ha culminado la plantación de más de 840 árboles y arbustos, que convertirán la zona en un auténtico pulmón verde para la localidad. En el subsuelo, la parte menos visible de la obra, están culminados todos los trabajos relativos a conducciones de agua y luz, riego automático y drenajes.
En los márgenes de los caminos, como árboles de alineación, se han plantado en los últimos días 194 castaños de indias, 85 moreras, 161 ejemplares de árbol del amor y 148 tilos platyphyllos; mientras que en el interior de los cuarteles se han puesto 17 cipreses, 10 pinos, 9 catalpas y 6 magnolios. Además, en algunas zonas del parque, como el contorno del lago, se han plantado más de dos centenares de especies arbustivas, con acebos, boj, laureles, genistas, amelias o lilos, entre otras muchas especies.
El parque ya prácticamente ha “cogido forma”, y cualquier persona que se acerque a sus obras puede hacerse ya una idea clara de cómo será el resultado final. Al tiempo, el Ayuntamiento está ultimando la licitación del edificio que albergará la zona de kiosco-cafetería, ubicado cerca de la puerta principal de entrada (en la carretera de Marchamalo), y que deberá dar servicio de restauración a quienes acudan al parque a disfrutar de esta instalación, una vez que abra sus puertas al público.
Hay que recordar que el nuevo Parque Familiar Elena de la Cruz tiene una superficie de casi 40.000 metros cuadrados, y se construye sobre una parcela de titularidad municipal que estaba sin uso, entre la carretera de Marchamalo y las calles Mondéjar, Caspueñas y El Casar. Será un lugar de esparcimiento y paseo, ubicado en la zona donde se está concentrando en estos momentos todo el desarrollo urbanístico y residencial de la localidad. Su diseño tiene una concepción eminentemente familiar, buscando que sea un centro de reunión y asueto, y necesariamente irá desarrollándose con el tiempo, incluso después de que culminen las obras, ya que la creación de un parque no acaba nunca con su inauguración, sino que es un lugar vivo, que cogerá prestancia y ganará en belleza a medida que pasen los años y sus especies vegetales vayan desarrollándose.
Una vez culminada esta primera fase de la obra, el parque se completará, además de con el kiosco-bar, con otros elementos de ocio infantiles y equipamientos deportivos.
