El presidente de la Diputación de Cuenca, Benjamín Prieto, se ha desplazado hasta la localidad serrana de Cañete con el fin de inaugurar oficialmente la rehabilitación integral acometida por la institución provincial en varias fases y durante los últimos años, que ha conllevado una inversión total de 600.000 euros, primero a través del Plan de Mejora de Infraestructuras Turísticas de la Provincia (Plamit) y después con el Plan de Rehabilitación Conservación y Protección del Patrimonio.
Prieto, que ha estado acompañado, entre otros, por la alcaldesa del municipio, Sagrario Ibáñez, ha querido remarcar la relevancia de estas actuaciones, que no solo han permitido la preservación para las generaciones venideras de esta muralla de origen árabe, que se encontraba en un avanzado estado de deterioro amenazando, incluso, de ruina en algunos de sus puntos, sino que, también, han servido para poner en valor este recinto amurallado, uno de los más grandes de España, principal reclamo turístico de la localidad y escenario de la singular fiesta de La Alvarada.
Y es que, precisamente, tal y como ha recalcado, la Diputación ha apostado en los últimos años de manera decidida por la recuperación del patrimonio histórico-artístico de la provincia por ver en él una herramienta para la dinamización económica de nuestros municipios, contribuyendo a la creación de oportunidades de riqueza y empleo en torno a un sector con peso específico, como es el turístico, y propiciando, en consecuencia, la fijación de población en el territorio para combatir el acuciante fenómeno de la despoblación.
Con este convencimiento, según Prieto, se han venido acometiendo en los últimos cinco años diversas actuaciones en el recinto amurallado de Cañete, siendo la primera en el año 2014 cuando se invirtieron 180.000 euros, a través del Plan de Mejora de Infraestructuras Turísticas (Plamit), en dos áreas separadas entre sí, como fueron las zonas del Postigo, en la entrada a Cañete desde la capital, y el Boleo, área próxima a la conocida Puerta de las Eras. Con estas obras, además de consolidar varios lienzos de la muralla, se reforzaron los puntos de apoyo de la iglesia de Santiago Apóstol que se construyó sobre este elemento defensivo.
La segunda intervención, por su parte, con un presupuesto de 120.000 euros de fondos propios de la Diputación y ejecutada a finales del siguiente año, en 2015, se centró en la consolidación y recuperación no solo del lienzo de la muralla de la carretera de Valdemeca y más próximo a la Puerta de San Bartolomé, sino también en la rehabilitación de la conocida Puerta de la Virgen ante el avanzado estado de deterioro de sus muros.
Y la tercera y última actuación, con un presupuesto de 300.000 euros y ejecutada el pasado año, ha consistido en la recuperación de las Puertas de las Eras y de San Bartolomé y paños adyacentes, lo que ha llevado consigo, entre otras cuestiones, la apertura al público de la Puerta de las Eras, de época califal, integrándola en la vida diaria de vecinos y visitantes, que ya pueden pasar por ella como una calle más del pueblo; sin olvidar que también se ha hecho visitable la parte superior de ambas puertas, posibilitando ver la muralla desde un punto de vista diferente y contemplar su adarve.
Obras que, a juicio de Prieto, están permitiendo que la provincia de Cuenca pueda seguir contando con un recinto amurallado de gran relevancia y atractivo turístico, que sitúa a Cañete como uno de los referentes a tener en cuenta dentro de la arquitectura fortificada de nuestro país.
Fuerte apuesta de la Diputación por el patrimonio cañetero que, tal y como ha recalcado, dista, y mucho, del nulo compromiso demostrado por el Gobierno de García-Page, que, de hecho, acaba de denegar fondos comunitarios del Programa Operativo FEDER Castilla-La Mancha 2014-2020 al Ayuntamiento de Cañete que había concurrido a la convocatoria de expresiones de interés relativa a la promoción, mejora e incremento de los recursos turísticos por las entidades locales con un proyecto de acondicionamiento de refugios de guerra. Un ejemplo más, en su opinión, de esa nula preocupación que el Ejecutivo de García-Page tiene para con esta provincia.
