José Luis Muñoz M.
Diez minutos antes de entrar en la sala de Plenos del Ayuntamiento de Las Majadas, asistí a otro “pleno” peripatético en la terraza del bar de la plaza con dos puntos en el orden del día: aclarar el texto del exalcalde cuando dejó escrito “no haber querido pagar el encuentro de mastines cuyo gasto hubiera sido aproximadamente 4.000 euros de los que se hubieran aprovechado los participantes, el concejal hostelero y los organizadores” y, el otro, hacer entender pequeñas nociones de periodismo. En el primero, queda claro que nunca pedimos que pagara esa cantidad, no, sino que, el Ayuntamiento, pagara la cena de bienvenida del viernes y, solamente, a los participantes. Cena que ascendería, como mucho, a 150 euros. En el punto segundo, se debatió lo que es la información en periodismo tratando de distinguir la nota de prensa (informativa, mejor) de la información pura y dura. En ese “pleno”, en torno a la mesa, en la terraza de un bar, estaba el ex alcalde, el que fuera su segundo de abordo en el Ayuntamiento y otras personas que intervinieron en el turno de acusaciones.
El Pleno
El Salón de Plenos es austero por decir algo. Se encuentra en la primera planta de un edificio que se construyó en lo que fue horno y que, según dicen, además de que no reúne las condiciones para las que fue hecho, no hacía falta porque el viejo, el de la torre del reloj, cumplía de sobra. Un despropósito de mal gobierno, al parecer, o de mala gestión. Una mesa principal y, al fondo, la bandera de España y la de la Comunidad pero, lo que realmente destaca, son dos carteles del festejo taurino del pasado año.
El patio de butacas era de sillas ocupadas por una treintena de personas siendo, una de ellas, Carmen Torralba, diputada del PSOE por la provincia de Cuenca que había venido a mojarse porque, sin paraguas, tuvo que soportar una gota fría de desatinos (llevados a cabo por la Corporación) a los que, de vez en cuando, también criticaba porque, eso, no se puede hacer.
El Pleno, lo digo ahora, había durado lo que un suspiro. Lo que la secretaria tardó en leer los dos puntos de la convocatoria para que, casi al tiempo, salieran del salón los miembros del equipo de Gobierno con el exalcalde a la cabeza, a los que encontré en la plaza. Esa desbandada ocasionó que quedara solo el portavoz de la oposición, Javier López Salmerón y la señora Torralba que, al final, supimos a qué había venido.
López Salmerón aprovechó para desmontar punto a punto el escrito-panfleto del exalcalde aunque, de vez en cuando, vivimos un debate casi parlamentario entre los políticos citados. López fue más lejos cuando dijo a los presentes que había hablado con Antonio Usero en el sentido de que, como amigo, le sugiriera que no se presentara para alcalde porque, primero, tenía que lavar su imagen dejada en entredicho por el exalcalde. Eso y que, su nombramiento como concejal, estaba en entredicho porque, el Pleno, judicializado, nunca debió celebrarse por falta de quorum y, eso, es una espada de Damocles.
Carmen Torralba, tomó la palabra para comunicar, difícilmente, que para cubrir la vacante de concejal producida por la dimisión del exalcalde, la Ejecutiva Provincial de PSOE había propuesto ante la Junta Electoral a Enrique Cardo, un hombre conocido que vive en el pueblo.
Ahí nos dejó, abandonando el Salón de Plenos, del que surgió una pregunta general: y ahora, ¿qué?. Pues que en ese caso, si es que llega a tiempo el acta de Enrique para el próximo Pleno, habrá más de lo mismo porque, en caso de empate, saldrá la lista más votada, dijo Javier López, al tiempo que se ofrecía para ayudar en lo que fuese necesario.
En diez días la solución.