El premio de novela histórica “Ciudad de Valeria”, ha recaído en su decimocuarta edición en la obra “La cierva blanca”, de la que es autor Francisco Guijarro López, conquense vinculado al mundo de la docencia.
La obra, de gran rigor histórico, nos sitúa en una época próxima a la fundación de Valeria, antes del cambio de Era, cuando tras las sangrientas luchas entre aristócratas y demócratas, Quinto Sertorio, uno de los líderes populares, se hace fuerte en Hispania manteniendo en jaque a Roma durante diez años. Para el autor Sertorio es un nuevo Viriato, el caudillo lusitano que setenta años antes había encabezado la guerra con Roma. Pero ahora es un romano, aunque aupado por los lusitanos, quien se convierte en caudillo de los pueblos del interior a los que adiestró «acostumbrándolos a las armas, a la formación y al orden de la milicia romana, y quitando de sus incursiones el aire furioso y terrible, redujo sus fuerzas a la forma de un ejército, de grandes cuadrillas de bandoleros que antes parecían».
La intención de Sertorio era crear en Hispania una segunda Roma desde la que controlar la capital del Imperio. Para ello no dudó en conseguir el apoyo celtibérico mediante la creación de una escuela en Osca. Escuela muy presente en esta novela y cuya finalidad fue el control y conversión en rehenes de los hijos de las élites indígenas bajo la apariencia de la instrucción.
Finalmente, y al igual que le ocurrió a Viriato, fue la traición de los suyos quien acabó con las aspiraciones del caudillo romano de alma celtíbera. Plutarco comparó a Sertorio con Filipo, Antígono y Aníbal, pero lo consideró «más fiel y humano que todos ellos, no menos prudente que ninguno, tan sólo les fue inferior en la fortuna”.
Indudablemente esta es una novela en la que la narración se ciñe con rigurosidad al periplo sertoriano por tierras conquenses y celtibéricas. Es por tanto una ocasión excelente para aprender de modo ameno la historia de estas tierras durante uno de los períodos más interesantes de la república romana.