“Vida latente, vida permanente, hecha hoy poesía para que todos la podamos disfrutar, admirar y contemplar”. Así ha definido Ángel Belinchón su exposición titulada ‘Póstigos’, que este jueves por la tarde ha sido inaugurada en el Salón de Actos del Palacio Provincial por el presidente de la Diputación, Benjamín Prieto, que ha estado acompañado por el diputado provincial de Cultura, Francisco Javier Doménech.
Prieto ha manifestado su alegría por esta exposición que ofrece una visión distinta de un objeto tan universal, sumido en muchos casos en el olvido, como es una ventana, que ha pasado por el tamiz de la creatividad de Ángel Belinchón.
Ha expresado su deseo de que sean muchos los conquenses los que vayan a pasar estos días por esta exposición, porque está seguro que no dejará indiferente a nadie. Se trata, a su juicio, de una segunda vida para cada una de estas ventanas, que tienen tras de sí una historia, un bagaje y, en definitiva, un mundo particular.
El autor, Ángel Belinchón, subido en el tren de los objetos encontrados, a semejanza de personajes como Duchamp, André Bretón o el mismo Antonio Pérez, ha dedicado gran parte de su vida a rescatar esas ventanas, que, según ha dicho, han sido testigos de su paso como párroco por diversos municipios de La Serranía y como capellán militar por países como Afganistán durante las misiones de paz de nuestro Ejército.
Afán por rescatar que le ha llevado, según ha confesado, a coger puertas de cualquier sitio, desde vertederos y contenedores hasta antiguos gallineros pasando, incluso, por adquirirlas en las misiones de paz en Mostar o Afganistán.
En todas ellas, hay mucho tiempo y dedicación empleados. No en vano, Belinchón ha explicado que lo que primero que hace en obra es restaurar la ventana propiamente dicha, algunas de ellas atacadas incluso por la carcoma, y después, sobre una capa de estuco, realiza la decoración policromática, bien con acuarelas, pintura acrílica o, incluso, otros materiales, como la madera.
Hasta el próximo 20 de abril se puede admirar esta exposición, en la que el autor, natural de Zarza de Tajo, ha reunido un total 38 ventanas que ha devuelto del olvido y en las que ha dejado su huella en forma
de policromías y dibujos.