Las profesoras guadalajareñas, Primer Premio Nacional de Fin de Carrera y Premio Algaba, recordaron que el punto de partida de este libro surgió cuando tenían cuatro años de edad. Su abuelo, Ángel Martínez Álamo, militar en la Batalla de Guadalajara desde las Transmisiones, les hablaba desde la paz a modo de cuento de este episodio de la Guerra Civil. Y ellas le preguntaban: «abuelo, ¿cómo es una trinchera?». A medida que fueron creciendo supieron qué era la guerra y se encontraron en los archivos y hemerotecas con las mismas palabras que les relataba su abuelo: de tanta lluvia, las mantas se convertían en esponjas y hubo sorpresas en las declaraciones de los italianos.
Con la sala dedicada a la Guerra Civil llena de público, Laura Lara detalló cómo fue esa noche del 9 al 10 de marzo de 1937 en que la villa fue ocupada por las tropas legionarias enviadas por Mussolini. Asimismo, hizo un recorrido por las principales fuentes que ha cotejado para componer el libro (escritas, orales, fotográficas, musicales, arquitectónicas, etnográficas, etc.).
Por su parte, María Lara dio cuenta de los principales reporteros de guerra que estuvieron transmitiendo noticias de ese mes de marzo de 1937, cuando entre barrizal y viento, en Guadalajara el fascismo fue por primera vez derrotado internacionalmente. Es el caso de Hemingway, Dos Passos, Kolstov, o Gerda Taro. Esta fotógrafa llevó a Brihuega al Congreso de Intelectuales Antifascistas, pero murió en el verano en la ofensiva de Brunete. De inmediato, el cromo de un chicle de Filadelfia perpetuó su valentía.
Laura y Maria Lara fueron las Pregoneras de la Navidad en Brihuega en diciembre de 2017.
