La Trashumancia no tiene fiestas y, como hemos escrito en alguna otra ocasión, alberga más penas que alegrías en ese viaje que dura entre 23 y treinta días según el sea el punto de partida y el de llegada.
Toca el regreso. Alguno ya, como Manolo de Valdemeca, hace días que llegó. Otros como Grati Usero, de Las Majadas, pisa la Cañada Real de Rodrigo Ardaz a su paso por el Pinar de Jábaga en Cuenca. Por detrás, a media jornada, las ovejas y vacas procedentes de Guadalaviar en Teruel.
1.200 ovejas procedentes de Santisteban del Puerto, en la provincia de Jaén, se dirigen a su destino en Las Majadas, en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca. Son las ovejas de Grati Usero que, un año más, ha tenido sus más y sus menos por el camino porque la vereda, la anchura de la Cañada Real, algunos agricultores se la pasan por el arco del triunfo y, encima, amenazando con vehículos y otras cosas que, hoy, por ser día del Corpus, nos las callamos. Pero dentro de nada, no.




