18 de febrero de 1767. Incendio en la Catedral de Cuenca.
Hoy, hace doscientos cincuenta y cinco años de un grave incendio que nos dejó sin uno de los doce ángeles de tenía el triforio, situado en el lugar donde está, actualmente, el órgano de la Epístola. Sucedió un 18 de febrero de 1767 en el que ardieron ocho sillas del coro y el órgano mayor, pagado a expensas del Obispo San Martín, que construyó el afamado Domingo de Mendoza en 1629. Ocurrió durante el episcopado de D. Enrique de Carbajal y Lancaster, que tomó posesión de la silla episcopal en enero de 1760, cuatro años después de que el rey, Carlos IIl, le ofreciera el cargo tras haber rechazado con anterioridad la mitra de Barcelona ofrecida por Felipe V.
José María Rodríguez González
El incendio se cree que se produjo después de los rezos de maitines, a media noche, debido a alguna mecha mal apagada de las velas que pudo caer sobre las esteras del suelo sin percatarse de ello.
Después de mucho rebuscar en las hemerotecas, encontré hace unos años la crónica del incendio que dice así: ”proporcionando daños de consideración en nuestra Basílica, el 18 de febrero de 1767, redujo a pavesas ocho sillas del coro y la capilla de San Antolín. Se inició en una estera cuando, al apagar las velas, concluidos los maitines celebrados a medianoche, cayeron pabilo encendido en la estera pasando desapercibido”.
Fue un incendio que también alcanzó al segundo órgano calcinándose parte del pilar y de la bóveda de la nave de la derecha, y el arcángel existente detrás del órgano de la Epístola por las altísimas temperaturas que se produjeron en el lugar.
Cuentan las Actas que D. Ventura Rodríguez, tras examinar con detenimiento los efectos devastadores del incendio, formuló el plan de reparación del que se encargó de realizar D. José Martín de Aldehuela con el siguiente coste: 2.800 rs., por las ocho sillas; por la caja de los órganos 180.600 rs., a Juan de la Orden, por hacer el órgano primero, 115.500 y por componer y mejorar el segundo, 51.400rs., a Juan Manuel y Bernardo Melero, por dorar las cajas de los órganos se les abonó 17.300 rs. El total de la restauración vino a suponer un gasto de 375.057 con 28 maravedís.
Como resultado del incendio, los maitines fueron trasladados al anochecer hasta el año 1820 que, por mandato del Obispo Sr. Falcón, se trasladaron nuevamente después de completas.
Cuenca, 18 de febrero de 2022.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.