La Biblioteca de Castilla La Mancha hará entrega el próximo miércoles día 19 al escritor, periodista y editor conquense José Luis Muñoz Ramírez, académico numerario de la RACAL, del título de socio de honor que, en reconocimiento a sus meritos en el campo de la cultura, le ha sido otorgado, al tiempo que a otras seis instituciones y personalidades de la región. Junto a ellas y ellos – la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, el diario ABC de Toledo, el Centro de Estudios de Castilla La Mancha de la UCLM, el Instituto de Estudios Albacetenses don Juan Manuel, el etnólogo y escritor José Ramón López de los Mozos y el escritor Ricardo Sánchez Candelas – recibirá el galardón en el curso del acto programado para las siete de esa tarde en el salón de la propia Biblioteca Regional en el Alcázar toledano.
José Luis Muñoz Ramírez es sin duda uno de los autores que más continuada y detenida atención ha dedicado en nuestros días a los temas geográficos, artísticos e históricos conquenses. Titulado en Magisterio y en Periodismo formó parte de la plantilla de Diario de Cuenca, periódico del que llegó a ser redactor jefe, y tras su cierre dirigió el semanario Gaceta Conquense. Editor y director asimismo de las revistas El Banzo, Olcades, Ciudad de Cuenca y del periódico de información municipal La Ciudad, fue también coordinador y luego director de la revista Diálogo de la Lengua, columnista habitual de El Día y corresponsal de medios como Europa Press, El País o Televisión Española, amén de colaborador de RNE y otros medios y guionista de grabaciones videográficas. Como gestor cultural organizó numerosas ediciones de la Feria del Libro de Cuenca, fue director de su Teatro-Auditorio y de la Fundación de Cultura Ciudad de Cuenca y ha sido galardonado con el Premio Ángel Pérez Saiz para personas o instituciones que destaquen por su labor en la promoción de la cultura y el desarrollo conquenses.
Promotor en su día de la editorial Publicaciones Conquenses (Publicón) continuó y continúa su labor en ese campo mediante las distintas colecciones de su editorial, Ediciones Olcades, dedicada a la publicación de revistas y libros mayoritariamente de temas y autores conquenses. Cinéfilo declarado fue asimismo fundador del cine club Chaplin del que es su actual director. Entre sus libros publicados como autor, además de la serie “Tierras de Cuenca”, ambicioso proyecto aún en realización de veinte entregas sobre la provincia conquense, tiene en su haber decenas de volúmenes tanto en solitario como en colaboración, desde los iniciales Semana Santa de Cuenca, Tierra de Cuenca, Cuenca, cosas y gentes, o Calles de Cuenca, a los últimos aparecidos: Crónica de la Guerra de la Independencia, Rodolfo Llopis. Un aire de modernidad en la Cuenca de los años veinte, La Casa Caballer, Fiestas de toros en el coso del Huécar o Diccionario de andar por casa, pasando por Las Casas Colgadas de Cuenca, Guía ilustrada de Cuenca y Provincia, Artesanía de Cuenca, Guía breve de Cuenca, Guía de Castilla-La Mancha, Crónica de un tiempo, una ciudad, La memoria colectiva, Catálogo de Escritores Conquenses, Cuenca. El Arte y el Paisaje, La ciudad de la luz y del aire, Andariegos, troteros y mirones en general, trajinantes y algún que otro bohemio. Diez siglos de viajes por las tierras de Cuenca o ‘La Fraternal y los fantasmas del Teatro Cervantes’
Fui condiscípulo de José Luis Muñoz Ramirez en la Academia La General de Tetuán, cuando el Protectorado de España en Marruecos. Allí estudié los tres primeros cursos de bachillerato junto a él. Después de la independencia de Marruecos, me lo volví a encontrar en Ceuta, en sexto de bachillerato. A partir de entonces, él estudió PREU y yo Magisterio. Marchó a Cuenca y ya nunca más volví a verlo. Eso sí, supe de sus andanzas hace ya muchos años a través de unas maestras conquenses y por medio de las retransmisiones que hacía RNE de Música Sacra en Semana Santa desde Cuenca. Siempre supe que José Luis llegaría a donde ha llegado. Durante los tres primeros años de bachillerato en La General, todas sus notas fueron Matrículas de Honor. Y en sexto, en el Instituto de Ceuta, también sacó algunas. Desde su más tierna adolescencia fue un tipo muy maduro para su edad, serio, con un timbre de voz portentoso, con un afán de saber y aprender encomiables y, en fin, para mí fue un condiscípulo a quien imitar (sin haber podido jamás llegar a su altura) y de quien, después de más de 60 años desde aquel entonces, guardo un gratísimo recuerdo (acaso él ya no me recuerde). Viendo ahora su imagen en la foto que ilustra este reportaje, veo que salvo la barba, sigue tal cual lo recuerdo, con una expresión benevolente, agradable y risueña. Siempre ha sido un tipo muy agradable en el trato, y de estudiante te echaba una mano en cuanto se lo pedías. Si alguien allegado a él leyera estas líneas, haría un enorme favor enseñárselas a José Luis. (Si José Luis –pero solo él– pidiera mi correo para contactar conmigo, pueden hacérselo llegar.)