La Diputación de Cuenca sigue trabajando para lograr una sociedad más justa, equilibrad e inclusiva trabajando con las organizaciones que atienden a los colectivos más vulnerables. Un ejemplo de ello es el convenio que mantiene con Cáritas Diocesana dotado con 20.000 euros con el que se lleva a cabo el proyecto de las Tarjetas monedero que tiene el objetivo de llegar a beneficiar a unas 45 familias necesitadas de la provincia.
La diputada de Servicios Sociales, Eva García, ha visitado la Cáritas Parroquial de El Provencio donde se ha reunido con los responsables del proyecto que han podido conocer el trabajo que realizan sobre el terreno en una localidad con un gran volumen de trabajo debido a la gran presencia de personas inmigrantes que llegan en las temporadas agrícolas y que suponen tener abiertos en la actualidad unos 60 expedientes en las diversas atenciones que realizan.
García ha podido agradecer su labor destacando la importancia de estas tarjetas monedero que en El Provencio llega a seis familias. Sobre su importancia, la diputada recordaba que el pasado año atendieron a más de 2.861 personas en situación de vulnerabilidad en toda la provincia.
Además, señalaba que gracias a estas tarjetas no sólo se benefician las familias que las reciben sino que de forma indirecta también lo hacen los comercios de las pequeñas localidades en las que los usuarios pueden realizar sus compras. “Creemos que es importante atender a las personas más vulnerables y en esta zona existe un perfil alto de este colectivo y queremos conocer en primera persona la labor que realizan estas asociaciones para poder agradecérselo y animarles s continuar con ello”, añadía García.
En este sentido, la trabajadora social de Cáritas, Toñi Contreras, destacaba que el trabajo que realizan con todos los grupos locales distribuidos por la provincia está encaminado a “cambiar la mirada hacia el que está excluido cambie y sea más abierta”.
Sobre el proyecto que se desarrolla de la mano de la Diputación Contreras explicaba que se lleva a cabo de la mano de los servicios sociales de la localidad para determinar las familias que lo necesitan. Señala que estas tarjetas “dignifican tanto a las personas como la compra que hacen puesto que sale fuera de la bolsa que son productos puntuales y les permite adquirir alimentos de primera necesidad”.
La trabajadora social subraya el buen uso que se está haciendo de estas tarjetas y lo satisfechos que están los usuarios porque “evita las colas y el señalamiento social por estar en las colas para recoger una bolsa de comida”.
